Reinel Gutiérrez
Los seguidores del equipo de fútbol
Millonarios, seguramente entrarán en emoción cuando hay referencia al color que
los identifica. 0tro tanto podrá suceder con la fanaticada del América, pero no
es este el enfoque del presente comentario.
Los integrantes del glorioso
Partido Conservador también entrarán en alerta, al pensar que este escrito
guarda referencia con los logros de este movimiento político. También puede
ocurrir con la militancia del Liberalismo, que empezará a agitar sus banderas.
Pero no se trata de futbol ni de política,
sino de inteligencia y seguridad, ahora que hay tantos delitos, intenso miedo y
temor entre las personas, y cuando se habla no solo de prevenir el delito, sino
de evitarlo a toda costa.
Los vehículos de la Policía Nacional,
tienen dos luces de alarma de colores azul y rojo, las cuales los identifica a
gran distancia.
Esto tiene dos ventajas: Los
delincuentes que estén cometiendo un asalto, bien pueden suspender el operativo
cuando notan a quinientos metros de distancia las dos luces intermitentes, y
una vez pase el vehículo reanudar su accionar.
La otra ventaja es para la policía,
pues nunca se va a encontrar de sorpresa con una banda, la cual tenga que
enfrentar violentamente, porque ya le ha advertido sobre su presencia. Es decir
ganan ambos sectores, protagonistas de la seguridad y la inseguridad. Pierde la
ciudadanía, que es la afectada en todo momento.
En nuestro modesto análisis, pues
no poseemos el nivel de inteligencia de los organismos de seguridad del Estado,
ese es el resultado de las famosas luces azul y roja, que no se sabe si
conviene o no usarlas.
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