Por: Luís Barrera
Editor Proclama del Cauca
La libertad de prensa se basa en la libertad de opinión; es decir, consiste en que los periodistas y los medios de comunicación pueden expresar libremente sus pensamientos y emitir sin cortapisas las noticias que elaboran o reciben de entidades, asociaciones y organizaciones, como las sindicales.
En Colombia, la libertad de prensa está salvaguardada por el Artículo 20 de la Constitución Política de 1991. Ahora bien, dicha libertad también implica responsabilidades sociales, pues aunque el periodista o los medios son libres para informar, están obligados a hacerlo con transparencia, veracidad y conciencia del poder que tienen. Si no lo hacen así, están obligados a rectificar toda noticia o información que haya faltado a estos principios.
Me solidarizo con el periodista y amigo Alfonso Luna Geller, director de PROCLAMA quien ha sido por muchos años un defensor de la libertad de expresión e información y de los derechos humanos en nuestra región nortecaucana; el comunicador ha venido recibiendo fuertes amenazas contra su vida a través de mensajes anónimos en el municipio de Santander de Quilichao, a raíz de una publicación sobre presuntas irregularidades que denunció públicamente ante los medios de comunicación del Cauca el propio Sindicato de Trabajadores de la Industria Licorera del Cauca.
Exigimos al Estado que vele por la seguridad del periodista, de toda su familia y compañeros de trabajo, que se tomen las medidas necesarias por parte del Gobierno Nacional. No olvidemos que en el norte del Cauca se han presentado en el pasado asesinatos y atentados para intimidar a la población civil, hechos que rechazamos con vehemencia y esperamos soluciones prontas y duraderas.
Quiero expresarle al periodista y a sus seres más allegados mi irrestricta solidaridad ante la dura situación que padece por las amenazas intimidantes y fastidiosas, y decirle que mi apoyo es incondicional, para que siga luchando por los derechos humanos, por la libertad de expresión y la transparencia en las acciones y obras públicas en nuestro departamento. No podemos permitir que fuerzas oscuras, ni los políticos o funcionarios cuestionados por sus actuaciones en cualquier caso pretendan callar la reflexión, la denuncia y la esperanza.
El derecho a informar y ser informado es un derecho incuestionable en nuestro país. Por ello, no entendemos que la publicación de una denuncia formulada por una organización sindical pueda causar tanta ampolla si para responder tranquilamente las acusaciones existen las instancias y organismos de control.
Resulta muy maluco que se recurra al insulto y la amenaza vulgar y soez, contra la integridad moral e idónea de un profesional del periodismo que en toda su vida no ha servido sino a ese sagrado derecho de publicar la información que es una obligación de la prensa escrita en este caso originado en los datos suministrados por una organización sindical que suponemos es seria y veraz en sus cuestionamientos y que lamentamos profundamente esté sucediendo en nuestro medio.
No queremos en el Cauca que el dominio de los poderes políticos, económicos e industriales sobre la información, y la manipulación de la información por los gobernantes y funcionarios se convierta en una libertad de expresión de los pueblos negada, obstaculizada o reprimida porque el acceso a la información poco o nada garantiza para el conjunto de los ciudadanos; que se evite la represión violenta contra los actores de la información porque entonces si generaríamos la desconfianza creciente de la opinión pública con relación a la información transmitida por los medios tradicionales.
Por esto desde PROCLAMA declaramos que el derecho a la comunicación es un derecho fundamental y un bien común de la humanidad que merece ser respetado y protegido. Siempre hemos estado comprometidos pese a las adversidades y limitaciones propias de este ingrato oficio a defender, apoyar y promover todas las iniciativas que garanticen y refuercen el derecho a la comunicación y a la información como un derecho humano fundamental.
El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, de publicar la información de los demás, el hombre está condenado a la opresión. Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos mezquinos que quieren impedir cambios, como por personas individuales que quieren imponer su ideología o valores personales, callando a los otros.
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos los caucanos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.
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