Viernes 14 de diciembre, 2012
De: Mario Pachajoa Burbano
Amigos:
Hernando Uribe Carvajal, presbítero de la Orden de los carmelitas
descalzos, autor de numerosos artículos religiosos de amplia difusión, diserta
sobre "nada más elemental que la Navidad".
Cordialmente,
***
NAVIDAD ES EL REGALO
Por P. HERNANDO URIBE C., OCD *
Publicado el 14 de diciembre de 2012 - El Colombiano. Medellín.
En bachillerato aprendí estos versos de Aurelio Martínez Mutis:
"Escucha: cuántas veces, cuando es malo algún niño, / por un frágil
juguete, por la miel de un cariño, / él promete a su madre que se torna mejor.
/ Así yo me enmendara, lo mismo que un chicuelo, / si tú me regalaras un pedazo
de cielo, / una gota de gracia y un mendrugo de amor".
Recuerdo que me deja la sensación de las cosas elementales. Nada
más elemental que la Navidad, el nacimiento de Dios como hombre. Su simplicidad
une en mí sentimientos, pensamientos, palabras y obras sin dejar distancia
entre los dos.
La Navidad es para alimentar el instinto de ver, oír, oler, gustar
y tocar a Dios en cada cosa de la creación, y así humanizar y divinizar todo en
su inmediatez, el colmo de la simplicidad-sencillez. El secreto de la
felicidad.
Decir niño es decir padre, y decir padre es decir niño. No es
posible imaginar al uno sin el otro, pues el uno está en el otro. Dios es mi
Padre, y yo soy su hijo. "Yo y el Padre somos uno", decía Jesús. Dos
que son uno, uno que son dos.
El niño pide un pedazo de cielo, una gota de gracia, un mendrugo
de amor. Sólo el niño sabe a quién pide y qué pide. Petición que es dádiva, o
mejor, dádiva que se vuelve petición. Pido, sin darme cuenta, lo que ya tengo.
Pedazo de cielo. Pedazo es parte separada del todo. Leo sin
entender. ¿Tiene partes el cielo? Y si las tiene, ¿cómo tomo una para volverme
celestial? Escribo una tarjeta de Navidad poniendo en ella lo mejor que de mí
soy, lo que de mí más comprendo. Me vuelvo así un pedazo de cielo. Y la envío
lleno de felicidad.
Gota de gracia. Gota es partícula, parte pequeña de un líquido.
Ese líquido es la gracia, y la gracia es Dios mismo regalándoseme. Y me sumerjo
en Él. En Dios, parte y todo es la misma cosa, simplicidad absoluta, regalo que
colma en mí todo anhelo.
Mendrugo de Amor. Mendrugo es pedazo, sobrante de pan. El pan
alimenta, nutre, da vida, colma de felicidad. Un mendrugo de amor, por duro que
sea, es el alimento que sacia toda hambre colmándome de felicidad.
Cielo, gracia, amor, lo que el niño pide por puro instinto de pura
espontaneidad. Eso es la Navidad.
***
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