Anoche, la Cámara de Comercio de Valledupar celebró su segunda gala de entrega de los reconocimientos al Mérito Empresarial Julio Villazón Baquero. La reunión fue en el Hotel Sicarare y concurrió allí lo más granado de los gremios empresariales y profesionales del departamento del Cesar. Hubo reconocimientos para los mejores en su gestión, cumplimiento de metas y compromiso con la sociedad, la mayoría, producto de unas nominaciones de entre las cuales resultaron los ganadores, quienes, en términos generales, fueron de buen recibo, y también hubo entrega del galardón en la categoría de distinciones especiales por sus propios méritos y sin necesidad de concursar para otro grupo de personas, entre las cuales tuvieron a bien incluir mi nombre y por ello les doy las gracias a su Junta Directiva y a su Presidente Ejecutivo.
De esta manera me fue entregado el premio o reconocimiento por los méritos y servicios prestados como Pionera de las Artes Gráficas aplicadas al Periodismo por la creación de El Diario Vallenato, periódico que dirigí desde diciembre de 1980 hasta agosto de 2001.
Quiero compartir con ustedes los recuerdos que me asaltaron al momento de recibir la carta donde José Luis Urón, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, me anunciaba tan honrosa distinción. Fue en realidad en fracción de segundos que mi vida toda se desenrolló como cuando se le da reversa a una cinta cinematográfica.
La primera imagen fue la mía de 14 años vestida de Pionera, así llamamos a quienes ingresan por primera vez al movimiento Scouth, ese movimiento educativo, apolítico y de trabajo voluntario de carácter humanitario pero también caracterizado por ser conformado por personas dispuestas a crear sus propias aventuras, a crecer, a esforzarse por mejorar su forma de vida y de ello sentirnos orgullosos. Fui la primera vallenata en ser Girl Scouth. Sucedió en Medellín en el año 1965. Desde entonces la palabra pionera marcó mi conciencia y mi voluntad. De modo que lo siguió después fueron acciones hechas por primera vez en esta tierra hermosa, otrora remanso de paz y de alegría, como dijera Gustavo Gutiérrez Cabello en sus “Rumores de viejas voces”.
Cuando yo nací (año 1951), Valledupar tenía 9.011 habitantes. En 1967, cuando me convertí en pionera de la radioactuación en las radionovelas y en los cuentos de Navidad, la locución y el periodismo llamado en aquella época “femenino”, la población de Valledupar ya se acercaba a las 50.000 almas necesarias para constituirse en capital del departamento del Cesar. De aquella época me vinieron a la memoria los nombres de mis compañeros de entonces en Radio Guatapurí: Adolfo Acuña Porras, Emilio Alfonso Arias Acosta, Egberto y Juan Gutiérrez Acosta, Régulo Pineda Dávila, Francisco Cuesta Conde y otros.
En 1969 fui la primera mujer en inscribirse para estudiar en el Colegio Nacional Loperena que ese año abrió sus puertas para nosotras. En septiembre del presente año tuve la dicha de coordinar la celebración, con bombos y platillos gracias a la iniciativa de la Fundación AVIVA, de los 70 años de su fundación.
En la década de los 70, con un grupo de intelectuales, creamos el primer Cine Club y con un grupo de pequeños y medianos industriales, el capítulo Cesar de ACOPI.
Luego vino esa gran aventura que fue El Diario Vallenato, empresa desde la cual le dimos vida al Periodismo Turístico por primera vez en Valledupar y al proyecto Prensa Escuela por primera vez en Colombia.
Incursioné también como pionera de las asesorías de prensa en aquella ciudad nuestra en donde todo estaba por hacer. Las primeras entidades atendidas fueron EMDUPAR e ICA. Y en los años 90, José Jorge Dangond Castro, pionero de los canales regionales de televisión, me dio la oportunidad de ser la primera mujer en tener un espacio en su TELEVALLENATO. Se llamaba 5 minutos con Lolita, los cuales, gracias a su generosidad, la mayoría de las veces eran más de 5 pasando a mis personajes entrevistados.
La gran aventura de los viajes internacionales llevando nuestra música tradicional vallenata a otras latitudes la inicié en 1996, haciendo parte de la delegación “Colombia Viva” invitada a participar en 24 festivales de Francia y Bélgica. De esta manera, los primeros Niños del Vallenato en salir del país a representarlo fueron conmigo y ellos son: el hoy Rey Vallenato Sergio Luis Rodríguez, Elkin Medina y Jhon Suárez. El impulso de esa salida me ha dado fuerzas para haber contactado, hasta la fecha, las culturas de más de 60 países esparcidos por todo el mundo.
Y como a ese mundo no todos podemos ir, le di vida al Encuentro Mundial de Músicas de Acordeón para que acordeonistas de las distintas naciones vengan a Valledupar a mostrarnos sus músicas. Esto era algo inédito en Valledupar. Esta es una de mis últimas aventuras. No les cuento más porque los canso.
Le doy gracias a Dios por haberme dado este espíritu libertario, aventurero y alegre, por las personas que ha puesto en mi camino para haber podido triunfar en todo lo que me he propuesto (a excepción de una sola cosita que no les voy a contar) y por haberme dado la madre que tengo, pues como lo dije anoche, yo soy lo que soy gracias a ella.
Gracias por haber llegado hasta este último renglón.
LOLITA ACOSTA
Directora Fundación Reyes y Juglares Vallenatos
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