viernes, 21 de diciembre de 2012


FERIA ILUSTRADA EN CALI 2012


Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

…“En mis versos
No hay coronas ni castillos.
No preguntes por mis antepasados
saltimbanquis, bufones, piratas, nobles
bucaneros, reyes o esclavos,
trono de nadie en mis poemas
soy el que no,
seré el que ya no importa.
Amor,
este es todo mi reino.”
Del poema Naufragio 34. Hernando Revelo.

Las costumbres son actos repetidos que se van reproduciendo en la vida corriente de los seres pensantes y de las sociedades. Algunos ritos, fiestas, movimientos, modos de concebir y de hacer del hombre gustan un día y los que organizan no gastan su cerebro ideando nuevas formas y retoman las que tuvieron éxito en el pasado. Y así la gente va repitiendo como un eco, como vuelve la vacada al corral al terminal día, los eventos que una vez causaron revuelo.

Algunos eventos como la Feria Internacional o el Festival de Teatro en Bogotá, los Carnavales de Barranquilla, las fiestas de san pedro en Neiva y el Tolima grande, la Feria de Manizales, o la feria Taurina de Cali se han creado una imagen en el paisaje cultural de la nación. Y las autoridades las propician porque atraen públicos, se fomenta el turismo y el comercio y la ciudad se alegra con la visita de oleadas de buscadores de alegría.

Cada feria, festival o carnaval tiene su ajetreo y su mampostería. Madonna acaba de irse de Medellín y logró mostrar con su espectáculo, publicidad, preparación cuidadosa, con inversión y entrenamiento de sus actores que fue posible llenar un espacio y mover a todo al país hacia la bella Villa, con solo su presencia y su elenco. Porque se garantizó la calidad, el escenario adecuado, hay información y expectativa. Hubo gran despliegue publicitario antes de su llegada, pese a que la Diva es luminaria donde actúe. La convocatoria y los esfuerzos dieron sus frutos y la gente quedó satisfecha. Son sucesos que hacen historia.

La Feria de Cali, todos lo saben, son tascas, ruido en cantidad e intensidad, rumba en discotecas, aguardiente, caballos de paso, carros viejos en andas por unas calles, casetas donde se presentan bandas y cantantes de salsa y, por supuesto, las corridas de toros desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero. Nadie trabaja y casi nadie puede dormir. Los horarios de oficina se flexibilizan y por todas partes se oyen retumbar columnas de alta gama en las comunas.

Este año, con la presencia de un alcalde amante de la cultura, el menú de la Feria de Cali, luce renovado. Se ha conservado la costumbre de la cabalgata, las procesiones de carros con boleta y pago previo, las casetas y tascas en la nueva Avenida Colombia que se adecuó, sin inaugurarse, para este fin. Las corridas serán presididas por Pablo Hermoso de Mendoza, Luis Bolívar y El Juli y no se han cambiado las fechas. Pero, además, se han programado espectáculos de teatro y poesía en lugares céntricos, en la periferia y las veredas, para quien no comparte el bullicio de las orquestas y las discotecas.

El teatro de los grupos Salamandra, La Máscara, El Telón, subirán a las tablas en varios sectores de la ciudad y las comunas, obras inmortales, títeres, adaptarán cuentos para niños y se presentarán en horas de la tarde el 27 en el Centro Cultural los poetas del Pacífico Medardo Arias, Alfredo Vanín, Hernando Revelo, Mary Grueso y Lyda Cristina López.

El menú de la fiesta máxima de Cali se ha enriquecido con el ingrediente del teatro y la poesía, expresiones culturales que convocan en otros escenarios a oír voces y metáforas con vestido negro y blanco, dolores y amores, solaz y dulce melancolía en compañía de amigos pacíficos, sentados al lado, como faraones sin cetro.

21-12-12          10:34 a.m.

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