Por: Santiago Zambrano Simmonds
En pasada columna llamé la atención sobre la no convocatoria de la que debería ser una trascendental asamblea de accionistas de Cedelca pues en ella se debería dar respuesta a tres solicitudes importantísimas para el futuro del Cauca y de la misma empresa: Uno: Aumentar la participación de la región en la empresa re-liquidando la lesiva capitalización que dilapidó el esfuerzo caucano producto de la ley 178/59, así como los aportes hechos por el Departamento; Dos: Ordenar la suspensión de los cambios de contadores pues Cedelca ni siquiera sabía el valor de esa inversión; Tres elevar a través del ministerio de Minas consulta al Consejo de Estado para vincular la corresponsabilidad de la Nación en caso de fallos jurídicos adversos a Cedelca.
Pues bien, la asamblea se hizo el pasado 22 y sólo se puede calificar como rotundo fracaso. Primero, por la mínima participación, ni el Gobernador ni ningún alcalde se hicieron presentes, reflejando la nula credibilidad hacía las directivas, únicamente asistieron un delegado de la Nación, Departamento y de tres municipios. Y segundo, por la pobreza de las respuestas dadas, de las cual se infiere prepotencia, incapacidad y la ya ancestral indolencia de nuestra clase dirigente. Me explico:
Respecto al punto uno el gerente entregó una relación de los aportes del departamento por 1.600 millones que se van a capitalizar próximamente, cuando en realidad la cantidad puede ser fácilmente el triple a valor presente; sobre la revisión de la capitalización hecha por la ley 178/59 ni una sola gestión en Bogotá del Gerente, del Gobernador, ni tampoco de los congresistas.
Sobre el punto dos dijo que Cedelca si avaló como inversión de la Compañía Energética el valor del cambio de contadores y que eso estaba previsto en el contrato y en el plan bianual. El Gerente mintió allí o cuando contestó el derecho de petición mediante oficio 654708 donde dijo “el valor de la inversión a la fecha no ha sido determinado porque se encuentra en estudio el documento presentado por la Compañía...” y finalmente sobre el punto tres, ni siquiera después de más de cien días, ha iniciado la consulta a través del Minminas. En conclusión parece que al Gerente, a sus jefes y a la Junta Directiva les quedó grande el manejo empresarial de Cedelca reduciéndose a ser agencia de empleo y vocera de la Compañía Energética de Occidente.
Finalmente a los amables lectores que generosamente toman parte de su tiempo para leer ésta columna, espero tengan claro que quién la escribe, no tiene en lo personal ningún reparo hacía los políticos elegidos como tampoco hacía quienes ejercen como directivos de la Compañía Energética, Cedelca, Uten, Serviaseo, entre otros, por los cuales tengo respeto; sino que pertenezco a una generación que conoció otro Cauca emprendedor, que tiene como comparar y que no está dispuesta a seguir callada como rehén por un contrato o un puesto de trabajo, mientras que impávidamente ve como los bienes y potencialidades del departamento se dilapidan por manejos politiqueros, tal como sucedió en los setentas y ochentas con el desmantelamiento del sector agropecuario, la pérdida del ferrocarril, la nacionalización del Banco del Estado y últimamente con la atomización de Cedelca y la pauperización social y cultural de Popayán.
Coletilla:
Agradezco a las personas que de corazón se han solidarizado con los hechos que me ocurrieron la semana pasada.
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