Eran mas o menos las 2:30 de la tarde de ayer cuando explotó la casa de don Gerardo Ulcué, ubicada en la vereda La Aurora, Resguardo Munchique-Los Tigres, jurisdicción del municipio de Santander de Quilichao. Cuando los aterrorizados vecinos llegaron al sitio para cerciorarse de lo que había pasado, se supo que un cabecilla de la columna móvil Jacobo Arenas, conocido con el alias “Caballo”, había ingresado antes a la vivienda y manipulando un artefacto explosivo de gran poder, se le estalló en sus manos despedazando su humanidad, que quedó esparcida por todo el entorno. Así lo narró una informante indígena que solicitó la reserva de su nombre, quien además aseguró que esta es una prueba de cómo los guerrilleros llegan a las casas del área de su influencia armada, y “a la brava” exigen que los nativos desalojen sus viviendas para hacer uso de ellas o exigir que se les atienda sin contraprestación.
La informante solicitó que se hiciera pública la exigencia de las comunidades indígenas de Munchique –Los Tigres para que los guerrilleros de las FARC que operan en el área no utilicen las viviendas para hacer requerimientos a los habitantes que no quieren participar en el conflicto armado. Igualmente agradeció que la familia propietaria a la hora de la explosión no se encontraba en la vivienda ni había niños cerca del lugar de los acontecimientos.
Para ratificar la información recibida en exclusiva por Proclama del Cauca, el director del diario dialogó con el gobernador del cabildo, Poino Ulcué, máxima autoridad del Resguardo Munchique-Los Tigres, integrado por 17 veredas, quien ratificó la muerte del cabecilla, alias “Caballo”, y que al parecer el fatal accidente había causado otros heridos, y la destrucción total de la vivienda, aclarando que solamente hasta mañana se desplazarán las autoridades indígenas al sitio de los acontecimientos para evaluar las afectaciones humanas y materiales, e iniciar las investigaciones correspondientes.
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