Rodrigo Valencia Q
Especial para Proclama del Cauca
Recinto,
pintura de Rodrigo Valencia Q
Contemplar es la clave para
entrar. Adentro, un mundo sin sospechas ni complicaciones del entendimiento, la
esencia para cierta solitud; pero nada acontecerá si no vemos lo que fundamenta
toda percepción: alcanzar la unión con el objeto, hacer del evento una puerta
que suprime las palabras. Toda razón estorba, toda pregunta sobra. Sensualidad
geométrica pura, atmósferas entre ese azul que nos gobierna el ojo y el
gris-blanco que invita a la serenidad. La geometría construye; la rectitud
blanda de las formas es espacio sin dureza, invita a cierta quietud sin
supremos alborozos. Serenidad sin explicaciones; toda intromisión de la razón
sobra, anula la contemplación. Pero es posible el canto, la melodía silenciosa,
la nube que sostiene la apacible longitud del momento; sin embargo, no hay
tiempo contable, no hay acusaciones ni discriminaciones. Cualquier cuadrado-rectángulo-círculo
de esos es signo sin significación premeditada; sólo forma, color, sensación. Una
vez adentro, el recinto se ilumina con su propia vida; sostiene la mirada
dentro de la sensual elasticidad de los espacios, y entonces el adentro no es
distinto del afuera. Somos conciencia que vive de sí misma, en sí misma, para
sí misma. El cuadro lo indica, si, como un mandala, nos logra abrir el sentido
perceptual puro. Escuchen: allí hay pasadizos sin dimensiones, cada elemento es
de por sí un indicativo de totalidad; la totalidad no es fragmentación; el
golpe de vista decide cada gesto unitivo. La razón se ha suprimido, la
sensibilidad suplanta cualquier argumentación si se sabe ver, captar,
ensimismarse fuera del tiempo y sus vicisitudes ambulantes. El recinto, si lo
abres, es ensimismamiento puro, subjetividad sin zaguanes mediadores, espacio
para entender que no hay nada que entender en este cuadro abstracto. Sólo requiere
actitud para la entrega, para romper el prejuicio que ataja la mirada. Pero,
naturalmente, la construcción de la pintura es un evento razonado, un tránsito
en el tiempo, esfuerzo que se desarrolló desde el caos inicial hasta llegar a
la armonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario