Reinel Gutiérrez
Grandes repercusiones en el ámbito nacional y cultural, tuvo la
expresión del “honorable” concejal de Bogotá, cuando se refirió a una
"merienda de negros" en forma despectiva para ilustrar una situación
confusa que trataba la prestigiosa corporación edilicia.
Otro escándalo similar provoco un "honorable"
perteneciente a la Asamblea departamental de Antioquia, cuando hizo alusión a
la comunidad del Chocó.
Pero no es necesario crucificar al concejal o al diputado, pues lo
que ellos han hecho es dar un par de muestras de que en Colombia si hay
racismo.
¿Cuantos ministros, generales, obispos, cardenales, generales,
actrices, reinas, o modelos negros tenemos?
En nuestro país se tiene una hermosa y elegante teoría sobre los
afrodescendientes, pero una funesta y detestable práctica, que deja entrever
los odios de raza y de clase, y la hipocresía gubernamental.
En silencio muchos deben estar aplaudiendo los conceptos de los
dos honorables, pero públicamente darán un discurso mentiroso que los hará
quedar bien.
Los negros no son discriminados a la hora de votar, y tampoco en
el momento que se les necesita para representar a Colombia deportivamente.
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