miércoles, 8 de agosto de 2012

Las amenazas contra Feliciano


Por: Luís Barrera

En este mundo que vivimos las amenazas de muerte no se pueden tomar a la ligera. El conocido líder indígena y excandidato a la alcaldía de Santander de Quilichao, Feliciano Valencia, ha revelado serias amenazas contra su vida provenientes al parecer por grupos oscuros al servicio de algunos sectores de derecha.

Feliciano es la cabeza visible, el más destacado vocero de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria en el departamento del Cauca y por ende, dadas las complejas condiciones actuales del conflicto y la cuestión indígena, merece desde luego la adecuada protección de las autoridades, así como el rechazo de los distintos sectores de opinión de la sociedad caucana, pues no es eliminando al contrario como se gana una guerra política y social.

PROCLAMA, periódico independiente que defiende las ideas liberales y democráticas, así como el respeto a la dignidad humana, vuelve a manifestar su absoluto rechazo e indignación frente a las amenazas e intimidaciones contra los defensores de derechos humanos en el Cauca, y urge a las máximas autoridades gubernamentales a que ordenen y adelanten las debidas investigaciones con el fin de que las graves amenazas contra defensores no permanezcan impunes y que los autores sean sancionados de acuerdo con la ley.


Como líder sobresaliente de las comunidades indígenas del Cauca, merece que el propio movimiento indígena y las autoridades, adopten de manera inmediata las medidas más apropiadas para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de Feliciano, pues muy grave sería un atentado contra su vida, su pensamiento social y sus libertades fundamentales.

La vida de los líderes y dirigentes en el Cauca no se puede comparar con el símil de una balsa sobre el aceite, porque las complejidades que le son inherentes marcan circunstancias y necesidades de rumbos complejos y, muchas veces, contradictorios.

El respeto al pensamiento y a las ideas diferentes, erradicando la descalificación, los insultos, las exclusiones y las condenas de parte y parte a quienes piensen y opinen distinto, será un factor dinamizador de la sociedad caucana contemporánea, que de ponerlo en práctica, seguro marcará una diferencia significativa con lo que se pretende dejar atrás.

Lo contrario podría significar más de lo mismo, con diferente empaque y el empeoramiento de todo. Así lo pienso y así lo manifiesto, con esperanzas e incertidumbres. Generalmente, las cosas no se comportan de manera exacta conforme a los propósitos y criterios que se planifican con la voluntad del gobierno, se proponen y/o se tratan de poner en práctica en el terreno.

Hay que buscarle una salida razonable a las pretensiones del movimiento indígena en el Cauca, pero igualmente, sus dirigentes deben entender que el gobierno puede ser flexible hasta cierto punto y por eso para avanzar en su conjunto; considero imprescindible el libre ejercicio del pensamiento y del diálogo sincero y necesario, que les posibiliten expresar lo que piensan y pretenden para sus comunidades en búsqueda de la verdad y de las soluciones básicas.

La democracia es el marco de convivencia más apto para la vida en comunidad. Pero ello no debe ser una mera retórica, sino la consecuencia de una convicción férrea respecto de que vivir en sociedad implica el respeto por el otro. Ello conlleva a tolerar el pensamiento diferente y en ese ejercicio, uno debe aprender a escuchar así no se comparta para nada las ideas y propuesta de los demás.

Nuestra sociedad caucana mojigata e hipócrita tiene un excesivo desprecio por el pensamiento ajeno, que se hace evidente particularmente en la política, pero que en realidad no es más que el mero reflejo de lo que nos pasa como comunidad multicultural  y pluriétnica.

No hay confianza entre los distintos sectores de opinión. Los indígenas y afrocolombianos son mirados con cierto desprecio y exclusión y éstos, a su vez viven prevenidos y con prejuicios errados sobre la clase tradicional que también representa un parte sustancial de las comunidades e incluso mayoritariamente.

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