martes, 8 de enero de 2013



EL BULTO QUE MÁS SE VE EN EL HORIZONTE


Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

Preguntaba Gustavo Gómez en Caracol 6:00 a.m. esta mañana y una dama contestaba sobre qué era lo más sobresalía en el en el panorama social y económico colombiano. Ella respondía que la corrupción y añadía que la inactividad del congreso y la coima en la contratación oficial. Yo aumentaría la monstruosa listica con el amiguismo o nepotismo en los cargos públicos.

Por donde uno camine, - lo decía el mismo presidente Santos -, por donde el cirujano ausculte, encuentra la pus de la corrupción, el serrucho y la desviación de interpretaciones y recursos.

Si en el gobierno pasado la gallina trabajó y trabajó y trabajó hasta lograr ubicar bien esos tres huevitos en un nido muy frondoso, en estos dos años los picotazos de los pollitos que de allí brotaron, como de una caja de Pandora, han cundido en la sociedad con multitud de ramificaciones de esos engendros que parecían diminutos.

No solo en el sector oficial ocurren estos esperpentos. También en el comercio, la banca, los seguros, las universidades se dan estos partos que corroen como dragones incendiarios.

La contratación laboral con las cooperativas nefastas es el flagelo más grande que hemos visto. Se pagan, si así puede decirse, o se recortan los salarios in-fames, de hambre, indecentes. Las colas para llenar una vacante de profesionales son enormes. Las universidades botan a egresados como papas calientes a ver quién recoge las migajas de conocimientos inútiles que suministran para el mercado de trabajo colombiano.

Mientras tanto, para las vacantes de puestos importantes se llenan a dedo con amigos, esposas, nueras, familiares o se canjean por votos. En el congreso se trabaja a ritmo de carro viejo. Dejan para lo último los llamados de urgencia para que las sesiones se alarguen en horas extras que se cobran como mes completo y se deja al buen criterio del linotipista las correcciones fundamentales de la conciliación, como ocurrió con la reforma tributaria y el valor del galón de gasolina. 

Las vías primarias, o sea las que se abrieron hacia 1938, ya casi no existen y el tránsito por ellas es una pesadilla y un peligro como ocurre en Cauca, en Nariño, en los Santanderes y en el Chocó. La plata no alcanza, los desastres llegan y nunca los dineros llegan a los damnificados del invierno. Parece que no estuviéramos hablando del País de la Prosperidad en donde Mauricio Gómez y Alicia pueden fácilmente conversar por celular con avispas, zánganos, ratas, conejos y culebras en huecos, cárceles y hospitales.

Sí, el horizonte que se ve no es para que el BanRepública diga ahora que con el regalo generoso del salario mínimo y la rebaja del precio de la gasolina el PIB va a subir el 5% el PIB en los primeros tres primeros trimestres. En el último vendrá Minhacienda y los sabios de Fedesarrollo a decir que los ingresos y ganancias de los gremios bajaron tanto que no se puede subir más el salario de quienes ponen sus fuerzas para que medren los empresarios.

08-01-13                                   12:30 p.m.

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