UN VISTAZO A VILLA RICA
Por Alfredo Viveros B
Interminables filas de camiones apostados a lo largo de las vías esperan una solución.
Unos 138 tracto-camiones se encuentran estacionados en tres sitios estratégicos, solo en lo que al municipio de Villa Rica se refiere, esperando que el gremio cafetero y el gobierno nacional se pongan de acuerdo en puntos planteados por los productores del grano que por años han fortalecido la economía nacional pero que desde un tiempo atrás han entrado en una preocupante crisis en un hecho que según entendidos se deriva de políticas erróneas.
Mientras los centros de abastecimiento de artículos de primera necesidad se quedan con sus anaqueles vacíos, los productos se pudren en las vías colombianas, ante la incapacidad de concertación de quienes deberían haber solucionado el problema sin someter al pueblo colombiano a una crisis de alimentos por limitación en la movilidad.
En un recorrido que hicimos por el tramo de la vía Panamericana correspondiente a este municipio, fuimos testigos de los traumatismos que sufren los conductores de los vehículos quienes ya no tienen recursos para sufragar sus gastos personales, viéndose obligados a alimentarse con los productos que trasportan y quedarse en ropa interior mientras lavan el único vestido que llevan puesto en fuentes de aguas no aptas, lo que ha causado enfermedades intestinales y deben dormir en sus vehículos o hamacas, soportando picadura de insectos.
Hay que reconocerles a los caficultores el aporte que por años han hecho al país y el derecho a la protesta por ser un derecho constitucional, pero aquí se presenta una gran contradicción ya que los que defienden un derecho vulneran otros no menos importantes como son el derecho a la vida, la libre locomoción y otros que a raíz del consabido paro están siendo vulnerados.
Preocupa esta situación más cuando contrario a una solución de última hora se ha conocido una convocatoria por parte del gremio de camioneros a un paro nacional lo que significaría que la crisis continúa, así se llegue a un acuerdo con los cafeteros.
Es de esperar que las estrategias de gobernabilidad planteadas por el presidente Santos demuestren su efectividad y a su vez se cumpla con una función del Estado cual es proteger la vida honra y bienes de los habitantes del país del sagrado corazón.
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