Por Alfonso J. Luna Geller
Es preocupante que transcurridos ocho meses de la presente
administración pública quilichagueña, liderada por el ingeniero Luis Eduardo
Grijalba Muñoz, la comunidad todavía siga esperando que por fin comience su
gestión. Hasta ahora, nadie puede decir que se haya iniciado algo de
trascendencia social o que se haya cumplido, proporcionalmente al tiempo
transcurrido, con cualquiera de las tantas cosas con que sedujo a la gente en la
campaña electoral. Al contrario.
Nuestro editor, Luis Alberto Barrera Moreno, acaba de publicar un
artículo donde le reconoce a Grijalba haber logrado 537 viviendas de interés
prioritario, lo cual no es cierto que se deba a su gestión como alcalde tal
como él la describe, y mucho menos a la del asesor de planeación municipal,
porque ni siquiera pudo presentar un plan de desarrollo, pues lo que aprobó por
acuerdo el concejo municipal, técnicamente, no lo es. Además, el programa de
vivienda gratuita para la población más vulnerable es exclusivo del Gobierno
nacional y para nada tuvo que ver en él el alcalde municipal de Santander de
Quilichao o sus asesores.
La adjudicación de los cupos la realizó el Fondo Nacional de
Vivienda, no por la capacidad para gestionar que tenga el alcalde sino con base
en criterios de priorización y focalización determinados por el Gobierno
nacional, y precisamente, porque se reconocieron las condiciones de extrema
pobreza en algunos sectores, la situación de desplazamiento que soporta el
municipio y teniendo en cuenta el registro único de víctimas y las comunidades
que aún habitan en zonas de alto riesgo no mitigable. Entonces, al aplicar una
fórmula matemática, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, determinó
que a Santander de Quilichao le corresponden 537 viviendas, dentro de las 3.279
viviendas que anunció el Ministro Germán Vargas Lleras para el departamento del
Cauca.
El Fondo Nacional de Vivienda, dirigido por Jorge Alexander Vargas
Mesa, para la distribución de los cupos tuvo en cuenta fue la información
suministrada por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social sobre
la población vinculada a la Red para la Superación de la Pobreza Extrema,
desplazados, datos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de
Desastres y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística Dane y luego
procedió a expedir la resolución que distribuye los cupos de las 100 mil
viviendas gratis que anunció el Gobierno nacional.
De acuerdo con la Resolución de Fonvivienda, mientras Antioquia es
el departamento más favorecido con 13.718 cupos, Vaupés es la región menos
beneficiada con 68 cupos. Bolívar recibirá 8.146 cupos y Bogotá, 8.110,
mientras que el Valle se quedó con 6.178 cupos y Magdalena con 5.515.
El Cauca se ubicó en el puesto 13 con 3.279 cupos. Por encima
están regiones como Cundinamarca que le asignaron 3.299 cupos, Santander se
benefició con 3.301 cupos; Sucre tuvo una asignación de 4.068 cupos y Cesar, se
quedó con 4.166 cupos.
Santander de Quilichao, decía al principio, sigue preocupado
precisamente por la falta de gestión de la presente administración, que al
contrario, ha paralizado obras, programas y proyectos. Proclama del Cauca está
preparando un completo informe sobre esta circunstancia porque la población no
puede verse perjudicada precisamente por quienes tienen la obligación de
garantizar su desarrollo con los dineros públicos. Reconocemos que los negocios
privados van bien, como ocurrió con el montaje de las pasadas ferias y fiestas
que fueron un éxito; pero estos administradores tendrán que explicarnos por qué
están suspendidas obras como el megacolegio Fernández Guerra, la energía
eléctrica de la Casa de Justicia, la instalación de las cámaras de seguridad,
por qué se acabó con la Banda Sinfónica que tanto prestigio le había dado a
Santander de Quilichao, por qué se está acabando con Quilisalud la empresa
social del estado que había alcanzado el mejor rating en el Cauca… y un
sinnúmero de porqués que oportunamente serán dados a conocer con las
respectivas respuestas para la comunidad.
Nuestro editor, vive en Puerto Tejada y aunque en muchos sectores
del norte del Cauca y del departamento en general saben a grandes rasgos lo que
ocurre en Santander de Quilichao, somos los que aquí vivimos cotidianamente
quienes podemos certificar dónde es que nos duele la ciudad de los samanes.
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